El presidente Nayib Bukele anunció esta mañana que el Gobierno comprará los bonos de 2023 y 2025, dos emisiones próximas a vencerse.

El mandatario informó en Twitter, primero en inglés y luego en español, que este martes se enviarán dos proyectos a la Asamblea Legislativa para que le autoricen la compra de las dos emisiones.

Esta operación es “para asegurar los fondos para hacer una oferta de compra transparente, pública y voluntaria a todos los tenedores de bonos de deuda soberana salvadoreña desde 2023 hasta 2025, al precio de mercado al momento de cada transacción”, publicó.

La compra de las emisiones se hará a precio de mercado y la operación comenzará en seis semanas, el tiempo que tarda la preparación de los trámites.

En ambas emisiones El Salvador debe pagar $1,600 millones, $800 millones que vencen el 24 de enero de 2023 a una tasa de interés emitida de 7.7 % y otros $800 millones para el 30 de enero de 2025 a un cupón de 5.8 %.

Cronología de una operación en medio de riesgo de impago.

El Salvador anunció en marzo de 2021 que negociaba un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de hasta $1,200 millones que le permitiría al Gobierno acceder a financiamiento mientras realizaba un ajuste fiscal para reducir el peso de la deuda.

Se esperaba que el acuerdo estuviera listo a mediados del año, pero las negociaciones comenzaron a perder ritmo luego que la nueva Asamblea Legislativa destituyera el 1 de mayo a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general.

El Ministerio de Hacienda reiteró en varias ocasiones que el acuerdo seguía, pero en junio se aprobó la adopción del bitcoin como moneda de curso legal y el FMI alertó que la medida ponía en riesgo la estabilidad económica y fiscal de El Salvador.

Llegado el 7 de septiembre de 2021, entró en vigencia la adopción del bitcoin y el riesgo país de El Salvador, medido por el Indicador de Bonos Emergentes (EMBI), comenzó a subir desde un 8. 91 reportado esa fecha hasta 27.60 puntos reportados el 25 de julio.

El EMBI es un indicador clave que consideran los inversionistas cuando una economía emergente, como la salvadoreña, sale al mercado a buscar deuda. Calcula la diferencia (spread) que debe pagar frente a los bonos del Tesoro de Estados Unidos considerados libres de riesgo.

Por ejemplo, si El Salvador saliera a emitir bonos en las cuales condiciones tendría que ofrecer una tasa de interés superior al 25 %.

Mientras el riesgo subía, las calificadoras Moody’s Investors Rating, Fitch Ratings y S&P Global Ratings degradaron el perfil de deuda de El Salvador a un grado especulativo bajo la alerta de que no tendría liquidez para pagar los bonos de 2023.

Se especuló que una de las alternativas para pagar el bono era que El Salvador accediera al derecho de giro con el FMI e incluso el Ministerio de Hacienda señaló a inicios del año que podría emitir bonos en bitcoin para conseguir el financiamiento.

“Será interesante ver si los medios de comunicación publicarán cientos de artículos diciendo que El Salvador está recomprando su propia deuda, así como publicaron cientos de artículos diciendo (sin ningún fundamento) que nos dirigíamos a un default”, señaló Bukele.

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