La Pandura, un importante cruce de fauna silvestre, ha sido testigo de una serie de fatalidades para la vida salvaje. Año tras año, se registran incidentes similares, donde animales como zorros, tacuazines, zorroespines, tigrillos, gatos zontos e incluso ocelotes son víctimas de atropellos en varios puntos de San Pedro Nonualco y Santa María Ostuma.
Este preocupante patrón de accidentes pone de relieve la urgente necesidad de medidas de conservación y protección para la fauna local. La creciente actividad humana, junto con la falta de conciencia sobre la importancia de preservar estos ecosistemas, contribuye a un aumento en los encuentros fatales entre vehículos y animales.
Un grupo de pobladores defensores del medio ambiente hacen un llamado a la comunidad para tomar precauciones adicionales al transitar por estas áreas, especialmente durante las horas de mayor actividad animal. Asimismo, se insta a las autoridades a implementar medidas de mitigación, como señalizaciones y pasos elevados para la fauna, con el fin de reducir el riesgo de futuros incidentes.
El atropellamiento de este Mico León es solo otro recordatorio de la frágil relación entre el hombre y la naturaleza, y la necesidad apremiante de promover la coexistencia armoniosa entre ambos para garantizar la supervivencia de todas las formas de vida en la región.