A pesar de obtener la libertad tras llegar a una conciliación con los familiares de las víctimas, los supuestos responsables de la estampida en el Estadio Cuscatlá ocurrida el pasado 20 de mayo, fueron recapturados, ya que la Fiscalía General de la República (FGR), los acusara por agrupaciones ilícitas.
No sería el primer caso en que la FGR realizará este tipo de acciones, tratando de seguir acumulando cargos a procesados al no demostrar su culpabilidad en un primer delito o al no obtener una sentencia que estos buscaban, se ha visto recientemente con el empresario Catalino Miranda, como una persecución a los detenidos hasta lograr las ordenes superiores.
Inicialmente, los implicados identificados como Pedro Hernández, presidente de Alianza; Edwin Abarca, gerente de Alianza; Zoila Córdova, gerente financiera del Alianza, Reynaldo Avelar, gerente de EDESSA y Samuel García, encargado de las llaves del estadio, fueron acusados por los delitos de homicidio culposo, lesiones culposas y estragos públicos.
Posteriormente, el pasado 2 de junio, los implicados recuperaron su libertad tras conciliar con los familiares de los fallecidos.
El Juzgado Primero de Paz de San Salvador decretó sobreseimiento definitivo por los delitos que se les acusaba, asimismo una suspensión de un año por el proceso de estragos públicos, del cual tienen que cumplir con medidas de mejoramiento de la seguridad en los futuros eventos deportivos.
Pese a esto, la Fiscalía General de la República (FGR), anunciaron en las redes sociales que apelarían la decisión y recapturaron a los dirigentes por el nuevo cargo de agrupaciones ilícitas.