El hoy condenado vivía en la casa de la víctima, en el Cantón Jalacatal, de San Miguel y aprovechaba de agredir sexualmente a la niña cuando la madre de la víctima salía de la vivienda o estaba dormida, “el imputado empezó con tocamientos, hasta llegar a la violación”, indica el relato de los hechos.

A inicios de 2020 el imputado se fue de la casa de la víctima, pero trató de mantener comunicación con la niña a través de mensajería de texto; mensajes que vio la madre de la víctima y pautó el inicio de la investigación.

Valorando la prueba presentada en el juicio el Juzgado Segundo de Sentencia de San Miguel condenó a Larios Reyes a 26 años y 8 meses de cárcel, por el delito de violación sexual en menor o incapaz, agravada, continuada.

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